Lima, 05-09-2010 / Año 106 - Nº 5526

DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
Hoy Cristo nos invita a responder a su llamado y a su seguimiento. Las condiciones no son fáciles. Tenemos al Espíritu Santo como guía orientador. El Evangelio de hoy señala el precio para seguir a Cristo. ¡Que Cristo sea nuestra fuerza y sostén en las dificultades de nuestro caminar diario!
PRIMERA LECTURA: Sabiduría 9, 13-18
¿QUIEN COMPRENDE LO QUE DIOS QUIERE?
La primera lectura nos presenta las reflexiones y la oración del Rey Salomón. ¿Quién puede conocer los designios de Dios? Los juicios humanos son inseguros y parciales. La auténtica Sabiduría viene de Dios.
SALMO 89, 3-4.5-6.12-13.14 y 17
Respondemos: "Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación"
SEGUNDA LECTURA: Filemón 9b-10.12-17
RECIBELO, NO COMO ESCLAVO, SINO COMO HERMANO QUERIDO
La segunda lectura está tomada de la Epístola más breve de san Pablo. El intercede a favor de su amigo Onésimo quien era esclavo. Por alguna razón o motivo, Onésimo se había escapado de la casa de su amo, de la casa de Filemón. San Pablo le rogó a Filemón que con benevolencia, con amor y como a un hermano en Cristo, reciba de nuevo al esclavo Onésimo.
EVANGELIO: Lucas 14, 25-33
EL QUE NO RENUNCIA A TODOS SUS BIENES NO PUEDE SER DISCIPULO MIO
El Evangelio de hoy nos presenta las exigencias prácticas y drásticas para seguir a Cristo. El Señor nos pide el desprendimiento completo e inmediato de todos los lazos que nos pueden retener. Las parábolas que se citan nos interrogan así ¿Quieres ser mi discípulo?
CADA DIA HAY QUE CRECER
Cada día en el que amaneces y abres tus ojos después de un sueño reparador, a la edad que tengas te preguntas: ¿estoy creciendo? Se entiende, espiritualmente. Porque si soy bautizado, nací en el momento que recibí al agua que me hizo nacer a la vida de Dios. Luego, un día nací, espiritualmente nací. Se ve claramente cómo se crece corporalmente, y se va dejando de ser bebito. Pero espiritualmente: ¿Te quedaste bebito? Examínate. Cómo va tu fe en Dios: ¿Estás bien aferrado a Él? En la vida se van abriendo muchos senderos que me invitan a caminar por uno de ellos: unos son muy atractivos otros no tanto; la cuestión es que cada camino tiene un final y en ese final hay una promesa. Ya haz decidido ¿qué camino vas a seguir?
DON BOSO Y EL PAPA
Conocer al Papa, hacer conocer al Papa: he ahí el empeño constante de Don Bosco en sus estudios teológicos, en sus escritos (basta pensar en las numerosas entregas de las Lectura Católicos dedicadas a este argumento), en sus pláticas y charlas a los jóvenes. He aquí los sentimientos constantemente profesados por Don Bosco hacia el Romano Pontífice.

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