Lima, 12-12-2010 / Año 106 - Nº 5540

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
El profeta Isaías describe la venida del Mesías como un tiempo en que el desierto florecerá y el Pueblo de Dios será sanado y redimido. En el Evangelio Jesús se aplica a sí mismo las palabras del profeta acerca del Mesías que salva a los pobres e introduce la era de la alegría. Nosotros, los que vivimos en este tiempo de gracia, somos aún más bienaventurados que aquellos que fueron testigos de su primera venida.
PRIMERA LECTURA: Isaías 35, 1-6a.10
DIOS VIENE EN PERSONA Y LOS SALVARA
El pasaje de Isaías, que constituye la primera lectura de hoy, es un canto a la alegría, exultación desbordante ante la proximidad del Nuevo Éxodo. El desierto florecerá. El Pueblo de Dios no tendrá nada que temer porque todos serán salvados.
SALMO: 145, 7-8-9a.9bc-10
Respondemos: "Ven, Señor, ven a salvarnos"
SEGUNDA LECTURA: Santiago 5, 7-10
MANTENGANSE FIRMES, PORQUE LA VENIDA DEL SEÑOR ESTA CERCA
En la segunda lectura el apóstol Santiago nos invita a revestirnos de paciencia. Mientras luchamos contra las injusticias, los cristianos debemos levantar los ojos al cielo hasta que Dios remedie nuestra situación cuando aparezca como juez. Como el labrador espera pacientemente las lluvias y su cosecha, así nosotros debemos esperar la segunda venida del Señor.
EVANGELIO: Mateo 11, 2-11
¿ERES TU EL QUE HA DE VENIR O TENEMOS QUE ESPERAR A OTRO?
En el Evangelio de hoy, Juan Bautista, prisionero en la cárcel envía algunos de sus discípulos a Jesús para que le pregunten si es Él el Mesías o no. La respuesta de Jesús a esta pregunta es indirecta: hace referencia a lo que Él hace y dice, que es, precisamente, lo que se espera que suceda en los días del Mesías.
TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
Inicio: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Guía: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero! Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Todos: Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro...
CONCLUSION
Guía:
Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvados. Amén.
DON BOSCO Y LAS VOCACIONES
2. Acercarse con mucha frecuencia a los Sacramentos. La vocación religiosa y sacerdotal es la lozanía de la vida cristiana. Alimentando la vida de la gracia en las fuentes vivas de los Sacramentos, se favorece además el abrirse de las flores más bellas y la maduración de los frutos más óptimos de la vida sobrenatural, o sea, las vocaciones a la vida consagrada.

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