Lima, 09-10-2011 / Año 107 - Nº 5583

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO
La imagen del banquete, como expresión de alegría, gozo, felicidad, es común en la Biblia. Jesús la utiliza como símbolo del interés de Dios por invitar a todos los hombres al banquete definitivo, al "banquete eterno". Cada uno tiene la responsable libertad de aceptar, o excusarse; pero la fiesta del Señor nunca se suspende.
PRIMERA LECTURA: Is 25, 6-10
La plenitud en Israel está planteada en términos de abundancia, fiesta y vida feliz. El profeta Isaías anuncia esa realidad globalizada, que viene de la mano de Dios, para todos los pueblos que esperan en Él.
"Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de buenos vinos; sabrosos alimentos, vinos deliciosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios secará las lágrimas de todos los rostros, y borrará de la tierra la deshonra de su pueblo. Lo ha dicho el Señor. Aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte".
SALMO 79
El Señor es mi Pastor, nada me falta.
SEGUNDA LECTURA: Flp 4, 12-14.19-20
La vida de Pablo, como la de todo cristiano, siempre tiene a Dios como su sustento y referente. Por eso todo lo demás es relativizado y acogido como motivo de alabanza para Aquel que nos conforta.
"Hermanos: Sé lo que es vivir en la pobreza y también lo que es vivir en la abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: a estar satisfecho y a pasar hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. Sin embargo, ustedes hicieron bien compartiendo mis sufrimientos. Mi Dios, por su parte, con su infinita riqueza atenderá con generosidad todas sus necesidades por medio de Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, sea la gloria por siempre."
ALELUYA
El padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama.
EVANGELIO: Mt 22, 1-14
La parábola del Evangelio, es una lectura de fe de nuestra historia, donde se nos invita a valorar y acoger el llamado de Dios a la plenitud y a la salvación, con responsabilidad y conversión.
"En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Vengan a la boda". Los invitados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negociosos; otros agarraron a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió a sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los invitados no se la merecían. Vayan ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encuentren, invítenlos a la boda". Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de invitados."
PILDORITA SALUDABLE
Ecl 2, 14: "¡Ay de los que no saben soportar con paciencia! ¿Qué harán cuando el Señor los ponga a prueba?"

No hay comentarios: