Lima, 19-08-2012 / Año 108 - Nº 5628

XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
¿Estamos hambrientos de presión, dinero, comodidad, éxito? ¿Tendremos algún día hambre y sed de justicia? Jesús quiere que tengamos hambre de la verdadera "vida", la que sólo Él puede dar. Hoy se repiten dos palabras: comer y vida. La vida espiritual necesita alimento para no quedar anémica, raquítica y a punto de morir. Jesús es terminante: "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día".
PRIMERA LECTURA: Pro 9, 1-6
Se nos invita a buscar el camino del verdadero alimento para nuestra existencia, que es la vida con sabiduría y la prudencia.
"La sabiduría ha construido su casa, ha tallado sus columnas, ha preparado el banquete, ha mezclado el vino y puesto la mesa; ha mandado a sus criadas para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: «Los inexpertos, que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: Vengan a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejen la inexperiencia y vivirán, sigan el camino de la prudencia»".
SALMO 33
Respondemos: "Gusten y vean que bueno es el Señor".
SEGUNDA LECTURA: Ef 5, 15-20
Pablo nos exhorta a vivir con estilo diferente, con una mirada distinta, pues la fe nos ofrece otros criterios y valores que nos hacen caminar en este mundo con sentido.
"Hermanos: Observen atentamente cómo están procediendo ustedes; no sean necios, sino sabios, aprovechando el tiempo presente, porque los días son malos. Por eso, no sean irreflexivos; antes bien, traten de descubrir cuál es la voluntad del Señor. No se emborrachen con vino que lleva al libertinaje, sino déjense llenar del Espíritu. Reciten, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; canten y toquen para el Señor de todo corazón. Y den siempre gracias a Dios Padre, por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo".
ALELUYA:
"El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí, y yo en él, dice el Señor"
EVANGELIO: Jn 6, 41-51
Juan nos presenta la gran revelación de Cristo como alimento verdadero, y nos invita a "masticar" su humanidad como alimento, que nos lleva a la vida plena, pero que implicará uno transformación profunda en Él.
"En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo». Los judíos discutían entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes». El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y Yo en él. El Padre que vive me ha enviado y Yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste ese pan que ha bajado del cielo: no como el de sus padres que comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre»".
PILDORITA SALUDABLE
Ecl 4, 9: "Libra del opresor al oprimido, y no te niegues a dar un fallo justo"

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