Lima, 09-09-2012 / Año 108 - Nº 5631

XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
¿Quién no desea que se diga de él este maravilloso elogio: "¡Todo lo hizo bien!"? Es fácil reconocer que Jesús "todo lo hizo bien", pero nosotros nos sentimos débiles e incapaces. A Dios no le importa nuestra incapacidad y nos invita a hacerlo todo bien. Sí, es posible con el poder del amor y la bondad que anida en nuestro corazón. "Nada es pequeño si el amor es grande" dijo Pablo VI y cualquiera sea el lugar que ocupemos en la sociedad, cualquiera sea nuestra cultura o profesión, podemos pasar por el mundo haciendo el bien.
PRIMERA LECTURA: Is 35, 4-7a
Isaías nos anima y nos abre a la esperanza en medio de un contexto histórico de oscuridad, sin sentido y sin futuro aparente, pero en el que Dios actúa salvando.
"Esto dice el Señor: Digan a los cobardes de corazón: "Sean fuertes, no teman. Miren a su Dios que trae la venganza y el desquite, viene en persona a salvarlos". Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la llanura; el desierto se convertirá en un estanque; la tierra reseca, en manantial".
SALMO 145
Respondemos: "Alaba, alma mía, al Señor"
SEGUNDA LECTURA: St 2, 1-5
Santiago nos hace caer en la cuenta que nuestra fe en Cristo nos dilata el corazón a todos los hombres y las mujeres, más aún, nos invita a privilegiar a los pequeños y humildes.
"Hermanos míos: Que la fe de ustedes en nuestro glorioso Señor Jesucristo no vaya unida a favoritismos. Por ejemplo: si entran en su asamblea dos hombres, uno con un anillo de oro y un vestido espléndido, y entra también un pobre con vestido andrajoso. Si ustedes se fijan en el que va espléndidamente vestido y dicen: "Siéntate aquí, en el lugar de honor", y al pobre le dicen: "Tú quédate ahí de pie o siéntate en el suelo a mis pies"; si hacen eso, ¿no son inconsecuentes y juzgan con criterios malos? Queridos hermanos, escuchen: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que lo aman?".
ALELUYA
"Jesús proclamaba el Evangelio del reino, curando las dolencias del pueblo"
EVANGELIO: Mc 7, 31-37
El contacto con el Señor Jesús nos abre a la comunicación y a la escucha, pues ello es liberador y humanizante, abriendo nuestra vida a Él y a los hermanos.
"En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, y fue hacia el mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: «Effetá», que quiere decir: «Ábrete». Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la atadura de su lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuando más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablara los mudos»".
PILDORITA SALUDABLE
Ecl 4, 12: "Los que la aman, aman la vida; los que la buscan con afán, agradan al Señor"

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