XXVIII
DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Hace 3 días se inició el "Año de la Fe " convocado por el
Papa. Invoquemos al Señor para que este año la Iglesia profundice en su
fe, compartiéndola con los hermanos que aún no conocen a Cristo. En este mes
misionero ofrezcamos sacrificios por la evangelización de todo el mundo.
PRIMERA LECTURA: Sb 7, 7-11
El libro de la
Sabiduría nos exhorta a descubrir el sentido de la vida, no
en lo pasajero y superficial, sino sólo en Dios.
"Supliqué, y se me concedió la
prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y
tronos, y, en comparación con ella, tuve en nada la riqueza. No la igualé a la
piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un puñado de arena, y,
ante ella, la plata es como barro. La quise más que a la salud y a la belleza,
y preferí tenerla como luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella me
vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables".
SEGUNDA LECTURA: Hb 4, 12-13
"La Palabra de Dios es viva y
eficaz, más cortante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde
se dividen alma y espíritu, articulaciones y médulas. Juzga los deseos e
intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está
desnudo y descubierto a los ojos de aquél a quien hemos de rendir cuentas".
LECTIO
DIVINA: Mc 10, 17-30
Seguir a Jesús supone elecciones y renuncias por un bien mayor. Un
bien en vista de nuestro destino y nuestras ansias de eternidad, que sólo Jesús
nos puede ofrecer.
"En aquel tiempo, cuando salía
Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:
«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?» Jesús le contestó:
«¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Ya sabes los mandamientos: no
matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no
estafarás, honra a tu padre y tu madre». Él replicó: «Maestro, todo eso lo he
cumplido desde pequeño». Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué
difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!» Los discípulos se
extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «¡Qué difícil es para los que tienen
riquezas entrar en el reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el
ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de Dios». Ellos se espantaron y
comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?» Jesús, mirándolos fijamente, les
dijo: «Es imposible para los hombres, más no para Dios. Dios lo puede todo».
Pedro entonces dijo: «Mira, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».
Jesús dijo: «Les aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o
padre, o hijos o tierras, por mí y por el evangelio, recibirá ahora, en este
tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras,
con persecuciones, y, en el mundo futuro, vida eterna»".
PREGUNTAS:
1. ¿Qué es la Vida Eterna ?
2. ¿Cuándo los mandamientos de Dios nos permitirán
entrar al Reino de Dios?
3. Entonces, un rico ¿no puede salvarse?
4. ¿Por qué el pobre se salvará? ¿De qué ricos y
pobres se habla aquí?
PILDORITA SALUDABLE
Ecl
4, 17-18: "Lo pondrá primero a prueba y cuando tenga lleno de ella el
corazón, volverá a él para guiarlo y revelarle sus secretos"
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