Lima, 10-02-2013 / Año 108 - Nº 5653

DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO
Desde el bautismo, todos estamos consagrados a Dios como sus hijos adoptivos. Estamos llamados a servir a los hermanos con los dones que Dios nos regaló. Dedicados a Él y a los hermanos a tiempo completo, sin ataduras ni distracciones. No busca a los perfectos, sino a los decididos, generosos y a los que confían en Él, abandonándolo todo, con capacidad de seguirlo.
PRIMERA LECTURA: Is 6, 1-2a.3-8
Isaías asume, como pueblo de Dios, la llamada de Dios, para identificarse con Él, en medio de una historia corrupta, siendo santo y mensajero de paz y de justicia.
"El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: el borde de su mano llenaba el templo. Y vi serafines de pie junto a él. Y se decían el uno al otro: « ¡Santo, Santo; Santo, es el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria!» Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz. Y el templo estaba lleno de humo. Yo dije: «¡Ay de mí, estoy perdido! Yo hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos». Y voló hacia mí uno de los serafines. Llevaba en la mano una brasa, que había tomado del altar con unas tenazas; tocó con ella mi boca y me dijo: «Mira; esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado». Entonces, escuché la voz del Señor, que decía: «¿A quién enviaré? ¿Quién irá por mí?», Contesté: «Aquí estoy, envíame»".
SEGUNDA LECTURA: 1Co 15, 1-11
Para Pablo, el testimonio de fe, es el criterio para autentificar la vida cristiana, no como un acto personal, sino eclesial y con repercusión histórica.
"Les recuerdo, hermanos el Evangelio que les proclamé y que ustedes aceptaron, en el que están fundados, y que los está salvando, si es que conservan el Evangelio que les proclamé; de lo contrario, habrán creído en vano. Porque lo primero que yo les transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; que fue Sepultado y que Resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, como un aborto, se apareció también a mí. Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de llamarte apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero, por la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo, esto es lo que predicamos; esto es lo que ustedes han creído".
LECTIO DIVINA: Lc 5, 1-11
Lucas nos presenta a Jesús llamando a los apóstoles desde su realidad, comprometiéndolos de por vida o, ser pescadores de hombres.
"En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Desde allí, vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de la orilla. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echen las redes para pescar» Simón contestó: «Maestro, nos hemos pasado toda la noche trabajando y no hemos sacado nada; pero, si tú lo dices, echaré las redes». Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Apártate de mí, Señor, que soy un pecador». Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con e! al ver la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron".
PREGUNTAS:
1. ¿TIENEN ALGÚN SIGNIFICADO MÁS PROFUNDO LAS PALABRAS DE JESÚS: "REMA MAR ADENTRO"?
2. ¿CUÁL ES TU OPINIÓN SOBRE LA PESCA MILAGROSA?
3. ¿ENCUENTRAS ALGUNA RELACIÓN ENTRE, "NO TEMAS, DESDE AHORA SERÁS PESCADOR DE HOMBRES", CON LAS AFIRMACIONES DE "APARECIDA" SOBRE EL BAUTIZO-CONFIRMADO: "SER DISCÍPULO MISIONERO"?

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