Lima, 15-06-2014 / Año 110 - Nº 5723


El Evangelio nos presenta la más maravillosa imagen de Dios: "Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo, para que el que crea en Él no muera, sino que tenga vida eterna". Para eso encarnó a su Verbo Eterno para estar con nosotros y envió al Espíritu Santo para que esté ¡DENTRO DE NOSOTROS! ¡Qué maravilla!: ¡Todo un Dios se humaniza y toda la humanidad se diviniza!
PRIMERA LECTURA: Ex 34, 4b-6.8-9.
El Éxodo nos trasmite la experiencia íntima de Moisés frente a Dios, que se revela como el Dios compasivo y misericordioso.
"En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, como le había mandado el Señor, llevando en sus manos las dos tablas de piedra. El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés invocó el nombre del Señor. El Señor pasó delante de él, proclamando: "Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad. Moisés, al momento, se inclinó a tierra y se postró. Y le dijo: "Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque éste sea un pueblo testarudo; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como tu herencia".
SEGUNDA LECTURA: 2Co 13, 11-13.
Pablo saluda a la Comunidad, invocando sobre ella a Aquel que es fuente de comunión y que nos convoca para la misión.
"Hermanos: Estén alegres, busquen la perfección, anímense; tengan un mismo sentir y vivan en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. Salúdense mutuamente con el beso santo. Les saludan todos los hermanos en la fe. La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la Comunión del Espíritu Santo permanezca siempre con ustedes".

Eclo 7, 21: "Ama como a ti mismo al esclavo inteligente, y no le niegues la libertad"

Dos amigos van por la calle:
- Mira, un reloj.
- Oh, ES EL MÍO, pues algunas veces SE ME ADELANTA
Ja, ja, ja...

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