El
dialogo de Dios con su pueblo, por medio de Jesucristo, es eficaz en la medida
de nuestra aceptación, en la humildad, en la fe, en la esperanza y en el amor.
PRIMERA LECTURA: Is 55,
10-11.
Isaías nos
enseña la dinámica del diálogo de Dios con su pueblo, que siempre es eficaz y
salvador, porque crea y no es hecho en vano.
"Así
dice el Señor: "Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven
allá si no después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para
que dé semilla del sembrador y pan al que come, así será de mi palabra, que
sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi
encargo"
SEGUNDA LECTURA: Rm 8, 18-23.
La mirada
de Pablo sobre la historia y el mundo, nos coloca en perspectiva de
esperanza por la liberación de toda esclavitud, que ata a la humanidad ya toda
la creación.
"Hermanos:
Sostengo que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la
gloria que un día se nos descubrirá. Porque la creación, expectante está
aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios; ella fue sometida a la
frustración, no por su voluntad, sino por aquel que la sometió; pero fue con la
esperanza de que la creación misma se viera liberada de la esclavitud de la corrupción,
para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos hasta hoy
la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no sólo
ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en
nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro
cuerpo. Palabra de Dios".
Eclo 7, 24:
"Si tienes hijas, cuida que sean honestas, y no seas condescendiente con
ellas"
Una viejita le dice a su amiga:
- Ay, hija, no me acuerdo del ALEMÁN que siempre me persigue.
- ¿No será ese churro alemán, ALZHEIMER?
No hay comentarios:
Publicar un comentario